viernes, 7 de octubre de 2011

Vermeer


It’s not a sheltered world.

The noise begins over there, on the other side of the wall
where the alehouse is with its laughter and quarrels,

its rows of teeth, its tears, its chiming of clocks,
and the psychotic brother-in-law, the murderer,

in whose presence everyone feels fear.

The huge explosion and the emergency crew arriving late,
boats showing off on the canals,

money slipping down into pockets
– the wrong man’s –
ultimatum piled on the ultimatum,
widemouthed red flowers who sweat

reminds us of approaching war.

And then straight through the wall — from there —
straight into the airy studio

in the seconds that have got permission to live for centuries.
Paintings that choose the name: “The Music Lesson”
or ” A Woman in Blue Reading a Letter.”

She is eight months pregnant,
two hearts beating inside her.

The wall behind her
holds a crinkly map of Terra Incognita.

Just breathe. An unidentifiable blue fabric

has been tacked to the chairs.
Gold-headed tacks flew in with astronomical speed
and stopped smack there
as if there had always been

stillness and nothing else.



The ears experience a buzz,
perhaps it’s depth or perhaps height.

It’s the pressure from the other side of the wall,
the pressure that makes each fact float
and makes the brushstroke firm.

Passing through walls hurts human beings,

they get sick from it,
but we have no choice.
It’s all one world. Now to the walls.
The walls are a part of you.
One either knows that, or one doesn’t;

but it’s the same for everyone
except for small children.

There aren’t any walls for them.

The airy sky has taken its place

leaning against the wall.
It is like a prayer to what is empty.
And what is empty turns its face to us
and whispers:
“I am not empty, I am open.”

_________________________________

No un mundo protegido…
Justo tras la pared comienza el estrépito

comienza la posada
con risas y rabietas, dentaduras, tañido de campanas
y el cuñado demente, donador de la muerte
ante el cual todos deben temblar.


La gran explosión y los pasos tardíos del salvamento,
los barcos que se pavonean el la rada.
El dinero que se desliza en el bolsillo equivocado,

exigencias que se amontonan sobre exigencias,
rojos cálices abiertos que sudan presentimientos de guerra.

Desde allí y atravesando la pared
entra al luminosos estudio

entra en el instante que vivirá siglos.
Cuadros que se llaman “La lección de música”
o “Mujer de azul que lee una carta”:
embarazada, en el octavo mes,
dos corazones golpean dentro de ella.

Detrás de la pared, cuelga un mapa arrugado
de la “Terra Incógnita”.


Respirar en calma…
Una desconocida materia azul está clavada en las sillas.

Los remaches de oro entraron volando a increíble velocidad
y se detuvieron en seco
como si no hubiesen sido nunca más que quietud.

Zumban los oídos,
ya sea por la profundidad o por la altura.

Es la presión del otro lado de la pared.
Hace que cada hecho levite
y afirma el pincel.

Duele atravesar paredes, uno se pone enfermo de eso
pero es imprescindible.
El mundo es uno. Pero las paredes…
Y la pared es parte de ti mismo:
uno lo sabe o no lo sabe,
pero así es para todos

salvo para los niños.
Para ellos no hay pared.


El cielo claro se ha apoyado en la pared.
Es como una oración al vacío.
Y lo vacío vuelve su rostro hacia nosotros
y susurra
“Yo no estoy vacío, sino abierto”.

Tomas Tranströmer
trans. by Robert Bly
in The Winged Energy of Desire (2004)

Paintings: Vermeer

9 comentarios:

Beatrice dijo...

Tomas Tranströmer wins Nobel Prize in Literature.
The 80-year-old poet is well known in Sweden for his sparse, introspective writing that culls from his life’s work as a psychologist.

The announcement of the prize on Thursday was greeted by cheers at the Swedish Academy, as Tranströmer has been a perennial favorite in his home country. The Associated Press reports that in recent years Swedish journalists have waited outside Tranströmer’s Stockholm apartment on the day the literature prize is announced. He suffered from a stroke a few years ago and can no longer speak or walk.

The Swedish Academy recognized Tranströmer “because, through his condensed, translucent images, he gives us fresh access to reality.”
The Washington Post.

Ana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ana dijo...

Uno de los poemas que ayer nombró Hilario Barrero...Gracias, Beatriz por buscarlo para mostrarlo.
Tú sabes que siempre me evocan algo y que soy rarita para esto...Leyendo el poema de Transtömer sobre Vermeer llegaba a una reflexión ¡El mundo necesita la belleza!
No nos educan en los colegios en esta importancia, sobre el arte y la literatura están las ciencias... Un buen alumno de matemáticas tiene el futuro asegurado.
Quiero emplear mi poco tiempo presente y futuro cerca de esta belleza, la de las palabras que me provocan emociones, la que me subyuga...

Buen fin de semana, amiga!!! De nuevo gracias.

Beatrice dijo...

Así es Ana, nuestra afición está totalmente subvalorada, por eso me alegro de este Nobel a la POESIA así con mayúscula.
Del comentario de Hilario viene este "Vermeer". El poema que compartió en su FB es hermosísimo, quedó de subir la traducción.

Mañana subiré uno de Kooser que sé que te va a encantar.
Un abrazo amiga y buendía.

Capitán Smith. dijo...

Se quedó mi corazón entre dos latidos.........gracias Beatriz.

ana maría parente dijo...

OHHHHHH mi oasis de belleza.!
Vine con el corazón destrozado ,la señora que me cuidò con amor mis tres hijos y es madrina de confirmación de mi hija menor tiene un pronòstico malo de salud.
Estoy con un dolor tan desconocido ,serà porque de golpe reconozco el amor de una hermana (que natura no me dió) pero que la sociedad me regaló.
Esta poesía estos cuadros llenos de luz me devolvieron la confianza y me hicieron pensar que la luz -de golpe-transforma los miedos en una realidad solar recién estrenada.
Les pido una oración por mi querida CATY.

Francisco Méndez S. dijo...

Casanova, C. (1988). Vesania. Santiago de Chile: Editorial Cuarto Propio.

Casanova, C. (1975). De acertijos y premoniciones. Santiago, Chile: Editorial Nascimento.

Casanova, C. (1969). Los juegos del sol: Poemas. El paraguas; cuentos. Santiago de Chile.

Casanova, C. (2004). Estación termini. Santiago de Chile: Editorial Cuarto propio.

Casanova, C., & Casanova, C. (1963). Los juegos del sol: ; y una selección del libro De cada día. Caracas (Venezuela: Lírica Hispana.

Casanova, C. (1998). El sonido de las estrellas. Santiago de Chile: Editorial Rumbos.

Casanova, C. (1982). Estudio número cinco. Caracas: Monte Avila.

Casanova, C. (1993). Los invitados de tu memoria. Chile?: Casa Doce.


Casanova, C. (1977). Quién soy?. Santiago de Chile: Agrupación Amigos del Libro.


Casanova, C. (1977). Cecilia Casanova. Santiago de Chile?: Agrupación Amigos del Libro

Perdona que no comente esta entrada, Pero Allí tienes libros de Cecilia Casanova. Espero Que tengas suerte y encuentres alguno, yo no tengo ni uno de ellos

Francisco Méndez S. dijo...

Gracias por publicar este poema bellísimo, con su traducción de un gran poeta

Beatrice dijo...

El mío también Capitán, es que la luz y la sombra de Vermeer son retratadas maravillosamente en este poeta del nuevo Nobel.

"El mundo necesita la belleza" como dice Ana, rezaré por Caty.

Gracias Francisco, yo sólo tengo "Poemas del Vago y del Simpático"

Tranströmer es un descubrimiento, aunque acá en Concepción, el poeta Omar Lara publicó un libro de este Nobel sueco. Se adelantó al premio e igual que Hilario tuvo buen ojo en ver la belleza de su poesía.

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