En la noche,
si tomabas impulso en la Friseta,
-con un poco de suerte-
llegabas sin dar un pedal,
incluso tenías que frenar fuertemente
para no pasarte de casa.
Hoy, cuando después de veinte años
he vuelto a hacer ese trayecto,
he pensado
que eso fue
para mí
la infancia.
si tomabas impulso en la Friseta,
-con un poco de suerte-
llegabas sin dar un pedal,
incluso tenías que frenar fuertemente
para no pasarte de casa.
Hoy, cuando después de veinte años
he vuelto a hacer ese trayecto,
he pensado
que eso fue
para mí
la infancia.
Antonio Orihuela
Pintura:Nancy Muren
4 comentarios:
De nuevo recuerdos de la niñez.
Fuí feliz????.Creo que si.
eva
Ayer comentaste sobre los poemas breves "intensificar el mensaje en pocas palabras, es todo un arte."
Eso ha conseguido Antonio Orihuela, me ha colocado ante los ojos mi propia infancia de golpe.
El vértigo de no tener miedo, el ímpetu de vivir el momento, la ocasión que nunca se desaprovechaba...
Tímida era mucho pero no veas cómo corría en la bici!!!Jajaja
Realmente cosas tan simples son la infancia.
Subir la escalera al piso superior de nuestra casa para escuchar la AUDICION DE TARZAN EL REY DE LA SELVA POR EJEMPLO.
Leer el PATO DONALD......
Lo mejor de todo es que aquellas "calles de niño" las podemos volver a recorrer. No se si en bici antes, pero hoy si...
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