sábado, 6 de octubre de 2012

A la merced del sábado



A la merced del sábado
Pegado a la merced del sábado
Sin angustias u otras consecuencias
Abierto a la hora inútil
Me apiado del sábado y su contigua
Conflagración dominical.
Muy resignado:
El anillo matrimonial y la decencia de orinar en casa propia.
La posibilidad de discernir
Y creer que todo va a ser definitivamente mejor.
Sólo la memoria es sobrehumana o real
Las uñas infamantes
A pesar de que, en ese día, estrictamente,
Se pueda –según norma- recomponer la salud
Y olvidar el trabajo abandonado:
Desestimar las armas las medallas
La idea de la soledad como un revólver
El horror de la cuchara ardiente
O a la acción justiciera del jefe en su mínima actitud.
Sábado de cataclismo demorado.
Establo donde la provisión se conforma y fondea,
En el corazón,
Como la bomba pura.
Vicente Verdú
Pintura: A. Rosemberg

4 comentarios:

Francisco Méndez S. dijo...

Sábado de cataclismo demorado.

Perdona por no pasar antes, Amiga mia

Beatrice dijo...

Hola Francisco ¿cómo estás?

Ana dijo...

Tuve un sábado casi domingo, pésimo, de contar las horas. Ya no suman veinticuatro el día y la noche.
Saludos amigos.

ana maría parente dijo...

Sábado ,el día en que la juventud era más juventud o el desconsuelo era más desconsuelo cuando"no habìa quien halagara a esa juventud".
Que sencillo era nuestro tiempo!.
Ahora mi hija ( a la edad que tenìa en aquel entonses con solo la alegrìa del sábado) me llama desde las antìpodas diciendo que la isla que visitò en las ANTIPODAS era hermosa.
Ella con el estilo de vida que vive seguramente al sábado lo mira como cualquier otro dìa.
Mientras tanto la madre vive rezando oraciones y escribiendo versos ´como en cualquier otro dìa.La realidad se le esfumò con la jubilación.

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