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And ne forhtedon na’ (Y sin temer nada)
La tumba de Borges, con el número 735posee una pequeña cruz de Gales y la inscripción “1899/ 1986”en la piedra que se levanta al ras de la tierra.El epitafio antes mencionado está escrito en inglés antiguoque él conoció bien en vida,proviene de un poema épico intitulado “La batalla de Maldon”,en el que un guerrero arenga a sus hombresantes de morir peleando contra invasores vikingosen Essex, Inglaterra, en el siglo X.-------------------------------------------------
jueves, 31 de octubre de 2013
Borges
miércoles, 30 de octubre de 2013
No puedo estar sola...
me visitan huestes,
compañías sin número
que burlan la llave.
No tienen traje o nombre,
fecha ni clima.
Viven en todas partes
como los gnomos.
Un mensaje íntimo
anuncia su llegada,
no su partida,
porque
no se van nunca.
Emily Dickinson
Pintura:Rafael González
martes, 29 de octubre de 2013
La llamarada...
La llamarada roja es la mañana,
la violeta es el mediodía,
la amarilla el ocaso.
Después todo se apaga.
Pero millas de chispas a la noche
revelan la extensión de lo que ardía,
el dominio de plata
que nunca se consume.
Pintura: Catriona Mac Eachen
domingo, 27 de octubre de 2013
Cuando uno ya no tiene fuerzas
Cuando uno ya no tiene fuerzas para escribir, tiene que
recordar.
Cuando uno ya no tiene fuerzas para fotografiar,
tiene que ver con los ojos del alma.
Cuando uno ya no tiene fuerzas para leer,
tiene que estar lleno de narraciones.
Cuando uno ya no tiene fuerzas para hablar,
tiene que resonar.
Cuando uno ya no tiene fuerzas para fotografiar,
tiene que ver con los ojos del alma.
Cuando uno ya no tiene fuerzas para leer,
tiene que estar lleno de narraciones.
Cuando uno ya no tiene fuerzas para hablar,
tiene que resonar.
Cuando uno ya no tiene fuerzas para andar, tiene que volar.
Y cuando llegue la hora,
uno tiene que desprenderse de los recuerdos,
de los ojos del alma, dejar de soñar,
callarse y plegar las alas.
uno tiene que desprenderse de los recuerdos,
de los ojos del alma, dejar de soñar,
callarse y plegar las alas.
Pero pase lo que pase, sigue la narración, sigue
Eeva Kilpi (1928)
Quint Buchholz
viernes, 25 de octubre de 2013
A veces
A veces
-cuando observa en los bares
la sana desvergüenza
la sana desvergüenza
de los jóvenes-
los rescoldos
de una oscura pasión
avivan su mirada.
los rescoldos
de una oscura pasión
avivan su mirada.
y ni siquiera entonces
puede recordar
sin sentirse culpable
Karmelo Iribarren
Foto: Jason Langer
Etiquetas:
fotografía,
karmelo iribarren,
poesía
jueves, 24 de octubre de 2013
Aquí o allí
Quién es el que está aquí, y dónde:
¿dentro o fuera?
¿Soy yo el que siente y el que da sentido
al mundo?
¿O es el secreto corazón del mundo
-remoto, inaccesible-
el que me da sentido a mí?
Qué lejos siempre entonces ya de todo,
incluso de mí mismo;
qué solo y qué perdido yo,
aquí o allí.
¿dentro o fuera?
¿Soy yo el que siente y el que da sentido
al mundo?
¿O es el secreto corazón del mundo
-remoto, inaccesible-
el que me da sentido a mí?
Qué lejos siempre entonces ya de todo,
incluso de mí mismo;
qué solo y qué perdido yo,
aquí o allí.
Angel González
Pintura:Greg Mort
martes, 22 de octubre de 2013
Mujer sola
Dicen que vivo sola
Y no saben que yo
estoy casada con Heráclito
y Carlos Marx
Y tengo por amantes a Hegel
y a Parmènides
Lenin vela mis sueños
Brecht va a pasear conmigo
Picasso me trae el desayuno a la cama
y Fidel preside mi mesa.
A Stanislawsky le encanta entretenerme,
y Einstein se me resiste
Pero me guiña un ojo.
Y no saben que yo
estoy casada con Heráclito
y Carlos Marx
Y tengo por amantes a Hegel
y a Parmènides
Lenin vela mis sueños
Brecht va a pasear conmigo
Picasso me trae el desayuno a la cama
y Fidel preside mi mesa.
A Stanislawsky le encanta entretenerme,
y Einstein se me resiste
Pero me guiña un ojo.
Virginia Grütter
Pintura:Dai Dudu, Li Tiezi, y Zhang Anjun, detalles acá
Miedo
Miedo de ver una patrulla policial detenerse frente a la casa.
Miedo de quedarme dormido durante la noche.
Miedo de no poder dormir.
Miedo de que el pasado regrese.
Miedo de que el presente tome vuelo.
Miedo del teléfono que suena en el silencio de la noche muerta.
Miedo a las tormentas eléctricas.
Miedo de la mujer de servicio que tiene una cicatriz en la mejilla.
Miedo a los perros aunque me digan que no muerden.
¡Miedo a la ansiedad!
Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto.
Miedo de quedarme sin dinero.
Miedo de tener mucho, aunque sea difícil de creer.
Miedo a los perfiles psicológicos.
Miedo a llegar tarde y de llegar antes que cualquiera.
Miedo a ver la escritura de mis hijos en la cubierta de un sobre.
Miedo a verlos morir antes que yo, y me sienta culpable.
Miedo a tener que vivir con mi madre durante su vejez, y la mía.
Miedo a la confusión.
Miedo a que este día termine con una nota triste.
Miedo a despertarme y ver que te has ido.
Miedo a no amar y miedo a no amar demasiado.
Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo.
Miedo a la muerte.
Miedo a vivir demasiado tiempo.
Miedo a la muerte.
Ya dije eso.
Raymond Carver
Pintura:Charnine. On the edge.
domingo, 20 de octubre de 2013
No tires las cartas de amor
Ellas no te abandonarán.
El tiempo pasará, se borrará el deseo
-esta flecha de sombra-
y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.
Caerán los años. Te cansarán los libros.
Descenderás aún más
e, incluso, perderás la poesía.
El ruido de ciudad en los cristales
acabará por ser tu única música,
y las cartas de amor que habrás guardado
serán tu última literatura.
Joan Margarit
Pintura: Vettriano
sábado, 19 de octubre de 2013
Pasando el tiempo
Hace un momento
observé el interior de la habitación,
vi mi silla en su lugar, cerca de la ventana;
el libro que debería leer, abierto sobre la mesa.
En el cenicero que dejé apoyado
sobre el marco de la ventana entreabierta
se consume muy lentamente un cigarrillo.
¡Haragán! ¡Simulador! aulló mi tío,
hace años, muchos, muchos años.
Tenía toda la razón.
Hoy como todos los días he reservado
el tiempo necesario para no hacer nada
de nada.
Raymond Carver
Pintura: Andy Smith
viernes, 18 de octubre de 2013
Qué suerte tengo
Está en el sofá, recogida,
hecha un ovillo. Habla
con su madre por teléfono.
Se ríe. Luego arruga un poco
el ceño. Esas cosas.
Yo, simplemente, la miro,
tiene luz, alma , vida,
me gusta verla, escuchar
su voz. A veces, no
puedo evitar decírmelo:
Qué suerte tienes, cabrón.
hecha un ovillo. Habla
con su madre por teléfono.
Se ríe. Luego arruga un poco
el ceño. Esas cosas.
Yo, simplemente, la miro,
tiene luz, alma , vida,
me gusta verla, escuchar
su voz. A veces, no
puedo evitar decírmelo:
Qué suerte tienes, cabrón.
Karmelo Iribarren
Pintura: Brown Gina
Etiquetas:
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pintura,
poesía
jueves, 17 de octubre de 2013
martes, 15 de octubre de 2013
Vamos por la vida...
Si los encerramos dentro de nosotros
y no se los mencionamos a
los demás,
los demás,
a eso se le llama optimismo vital.
Pero empiezan ya en la infancia
y continúan hasta el final de la vida.
Seifert
Pintura: Kershishnik
domingo, 13 de octubre de 2013
Si estuvieras...
...Si estuvieras conmigo, amor que no volviste,
¡qué alegre me sería este domingo triste!
¡qué alegre me sería este domingo triste!
José Ángel Buesa
Pintura: Giarrano.
viernes, 11 de octubre de 2013
Cuando pasen los años
Cuando pasen los años
aún más deprisa,
y estas tardes que incendias con tus versos
se enfríen de conjuros y propósitos de gloria,
qué vano será añorar
tan efímero empeño de grandeza,
tanta lucha por marcar,
a duro golpe de existencia,
la huella indeleble de un poema,
pues, y bien lo sabes,
su rastro y tu vida
se habrán convertido en algo apenas
legible para entonces:
como esas leves señales
que quedan en las pizarras
después de ser borradas
de su negra superficie
todas las letras.
Herme Donis
miércoles, 9 de octubre de 2013
Intentas sonreír
Intentas sonreír
Y un soplo amargo asoma
Quieres decir amor y dices lejos
Ternura y aparecen dientes
Cansancio y saltan los tendones
Alguien dentro del pecho erige
Soledades
Clavos
Engaños
Fosos.
Alguien
Hermano de tu muerte
Te arrebata, te apresa, te desquicia,
Y tú, indefenso,
Estas cartas le escribes.
Y un soplo amargo asoma
Quieres decir amor y dices lejos
Ternura y aparecen dientes
Cansancio y saltan los tendones
Alguien dentro del pecho erige
Soledades
Clavos
Engaños
Fosos.
Alguien
Hermano de tu muerte
Te arrebata, te apresa, te desquicia,
Y tú, indefenso,
Estas cartas le escribes.
Raúl Gómez Jattin
Pintura: K. Montgomery
martes, 8 de octubre de 2013
Igual que la noche
lunes, 7 de octubre de 2013
Cajitas
Siempre me gustaron los pequeños cofres,
los sécretaires,
con o sin doble fondo,
todo aquello que pueda cerrarse con llave,
es
decir, que sirva para esconder algo,
para almacenar la insondable
reserva de la ensoñación.
Su marca principal es el cerrojo que,
siendo,
en sí mismo, un umbral,
protege un reino interior,
fabricado y
custodiado sin pausa.
Algo absoluto se preserva en estas maravillas de
la ebanistería.
Algo que siempre es más de lo que parece porque,
en la
noche del mueble,
imaginar es siempre más grande que vivir.
Gracias Marcelo
domingo, 6 de octubre de 2013
Juguetes
‘Cada piedra que encuentra, cada flor arrancada y cada mariposa capturada son ya, para él, el inicio de una colección. No bien ha entrado en la vida y ya es un cazador; atrapa a los espíritus cuyo rastro husmea en las cosas’. En la concepción benjaminiana del niño, se observará, no se trata de encontrar lo nuevo, sino de renovar lo viejo haciéndolo propio, de perderse por horas en la selva del sueño, donde los papeles de estaño son tesoros de plata; los cubos de madera, ataúdes; los cactus, árboles totémicos; y las monedas, escudos.
La felicidad infantil proviene de esa aglomeración azarosa, solitaria y placentera, parecida a la que experimentará más tarde el poeta moderno, encarnado para siempre en Baudelaire, cuando proyecte sobre las cosas su mirada alegórica, transportando sus objects trouvés al desorden de la poesía. Los cajones donde el niño guarda sus tesoros son arsenales y zoológicos. Los del poeta serán reservas de imágenes y retazos de lenguaje. En ambos casos, se trata de un objetivo muy simple y muy complejo: habitar un ‘tiempo perdido’. Como los niños, los poetas intuyen el vínculo exacto entre curiosidad y memoria, melancolía y resistencia, aventura y tolerancia. Y lo que buscan es nada menos que liberar las cosas de su destino utilitario y al lenguaje de sus tareas más odiosas: quedarse en su propio coto de caza donde es posible seguir siendo un pequeño príncipe. La poesía es la continuación de la infancia por otros medios.
María Negroni
Pequeño Mundo Ilustrado
Pintura: Ted Polomis
Gracias Marcelo
sábado, 5 de octubre de 2013
viernes, 4 de octubre de 2013
Mis libros
Libros, callados libros de las estanterías,
vivos en su silencio, ardientes en su calma;
libros, los que consuelan, terciopelos del alma...
Gabriela Mistral
jueves, 3 de octubre de 2013
Otoño secreto
Cuando las amadas palabras cotidianas
pierden su sentido
y no se puede nombrar ni el pan,
ni el agua, ni la ventana,
y ha sido falso todo diálogo que no sea
con nuestra desolada imagen,
aún se miran las destrozadas estampas
en el libro del hermano menor,
es bueno saludar los platos y el mantel puestos sobre la mesa,
y ver que en el viejo armario conservan su alegría
el licor de guindas que preparó la abuela
y las manzanas puestas a guardar.
Cuando la forma de los árboles
ya no es sino el leve recuerdo de su forma,
una mentira inventada
por la turbia memoria del otoño,
y los días tienen la confusión
del desván a donde nadie sube
y la cruel blancura de la eternidad
hace que la luz huya de sí misma,
algo nos recuerda la verdad
que amamos antes de conocer:
las ramas se quiebran levemente,
el palomar se llena de aleteos,
el granero sueña otra vez con el sol,
encendemos para la fiesta
los pálidos candelabros del salón polvoriento
y el silencio nos revela el secreto
que no queríamos escuchar.
pierden su sentido
y no se puede nombrar ni el pan,
ni el agua, ni la ventana,
y ha sido falso todo diálogo que no sea
con nuestra desolada imagen,
aún se miran las destrozadas estampas
en el libro del hermano menor,
es bueno saludar los platos y el mantel puestos sobre la mesa,
y ver que en el viejo armario conservan su alegría
el licor de guindas que preparó la abuela
y las manzanas puestas a guardar.
Cuando la forma de los árboles
ya no es sino el leve recuerdo de su forma,
una mentira inventada
por la turbia memoria del otoño,
y los días tienen la confusión
del desván a donde nadie sube
y la cruel blancura de la eternidad
hace que la luz huya de sí misma,
algo nos recuerda la verdad
que amamos antes de conocer:
las ramas se quiebran levemente,
el palomar se llena de aleteos,
el granero sueña otra vez con el sol,
encendemos para la fiesta
los pálidos candelabros del salón polvoriento
y el silencio nos revela el secreto
que no queríamos escuchar.
Teillier
Gustav Yennjuth
martes, 1 de octubre de 2013
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