Nos arrincona el tiempo.
Nos vuelve ceniza muerta,
sombras de otras horas.
El tiempo que devora la leve
elegancia de los veleros
y marchita celeste belleza
enamorada,
nos golpea los cuerpos,
nos arrastra en un vendaval
de ciegas fuerzas;
llueve su decepción
sobre las plantas y los astros,
transforma los versos
en papeles rotos.
El Tiempo. El Tiempo convierte
al niño en hombre,
y al hombre en sombra.
Apaga la luz de los ojos.
Nos aleja de nosotros
y desbasta la memoria
de los caminos y de los cuerpos.
Xulio Valcárcel
López Lorenzana
2 comentarios:
Beatriz:
Hermoso el poema. Hermoso el cuello de la garza hecha mujer. Y hermoso el tiempo que ha ido fraguando nuestro ser en forma de memoria. Y salimos del rincon, ya pavesas de fuego, para volar, volar alto, muy alto para que, como el poeta y el místico, le demos a la caza alcance.
Te felicito y agradezco una entrada tal sutil en su levedad.
Un beso,
Cecilio
Cecilio: me conmueve la poesía de Xulio. Esta en especial, me llega directo. "nos arrincona el tiempo" nos convierte en sombras de otros días. Gracias por tu visita y por tus palabras.
Ahora que lo dices, veo la sutileza.
Gracias una vez más.
Beatriz
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