Si
te quedas mirando largamente
cualquier
cosa del mundo
—un
gorrión, una mujer, un árbol,
un
río, un desengaño, tal poema
por
el que pasa un río
y
una mujer desengañada y sola
y
en el que se alza un árbol al que acuden
los
gorriones mientras cae la tarde—,
si
miras cualquier cosa un largo rato
y
dejas que entre en ti,
que
te vacíe de tu oscuridad
y
que en tu ser halle cobijo y sea,
verás
y sentirás que cuando miras
tú
eres mundo también,
que
en ti la vida se entrecruza y canta,
y
que todo es sagrado.
Eloy Sánchez Rosillo
Giarrano
3 comentarios:
Y pasamos la vida tratando de aprender a mirar...
un abrazo!:)
Así es Candela.
Un abrazo.
Estoy tan de acuerdo con tu poesía, Eloy, que creo fervientemente que el desengaño y la soledad eran tuyos, no de ella.
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