miércoles, 25 de mayo de 2016

La tentación del geómetra



Soy de letras pero amo la geometría :
el rombo de Michaelis, los hemiferios
de las nalgas y su elipsis sagrada,
las abultada perfección de la vulva
o la curva del empeine, que adoro,
como la línea que cruza el envés
de la rodilla, o la inclinada tangente
de la nuca. Amo las esferas
como albaricoques o ciruelas,
la bahía entre cuello y hombro,
los suaves arroyos del interior
de las muñecas y el esplendor
del Bósforo entre los muslos,
con Estambul al fondo y Asia,
detrás. Porque soy de letras
sé, que la oculta tentación
del geómetra es la geografía :
trazar las cartas marítimas
sobre una piel desconocida,
detenerse en la tensa
parábola del pezón,
marcar las coordenadas
y sus límites y saber del calor
tropical de sus puestos,
donde los pájaros blancos
surgen de los manglares
y alzan, cantando, el vuelo:
última magia de la simetría 

José Carlos Llop
Graciassss Rosa

3 comentarios:

Rosa dijo...

¡¡¡Perfecto!!!

Muchos besos, querida Beatriz. ¡Maestra!!!

Beatrice dijo...

Gracias a ti Rosa, mi única y fiel lectora. No conocía ese poeta, me ha fascinado. Un abrazo.

Rosa dijo...


Ya sabes que tu blog es un tesoro, lo mejor de lo mejor.
También lo estoy descubriendo, es un poeta mallorquín.

Los poetas nombran el mundo
y así renace en cada poema.
Conocen el desierto y las estrellas,
pisan la nieve virgen en pos
de un ave albina o un oso blanco.
La verdad los ilumina sin que sepan.
Navegan en el barco de Ulises,
comparten su lecho con Helena
y no temen el grito de Aquiles.

Nadie sino ellos conoce su secreto. Ciudades, reyes, civilizaciones.
Mueren lenguas y escrituras;
como el amor mueren.
Y como el amor permanecen
los poetas en el tiempo:
un tiempo que nunca les pertenece,
aunque sean ellos quienes lo crean.

"El tiempo de los poetas", de José Carlos Llop.

Un beso, Beatriz y gracias.

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