miércoles, 1 de agosto de 2018

Té para dos


Amo las tardes indecentes
en cafeterías para pitiminíes,
las malas artes de tu nombre
bailando entre mis labios.
La historia del té con limón
(a veces también con piel y azúcar)
y al camarero con su embarazosa dignidad
cuando nos ve casi desaparecer bajo la mesa.
Amo los ojos tiernos de lobo feroz
que pones
para intuirme bajo la ropa
y el escándalo de la lluvia
detrás de los cristales.

Silvia Ugidos

2 comentarios:

Maite dijo...

Me encanta. Besosssss

eva dijo...

Salirse de la rutina,que brote la pasión donde menos te lo esperes, donde la sientas, esa es la vida.

eva

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