domingo, 28 de octubre de 2018

Melancolía del domingo



Tardes de domingo estirándose
a la espera, el anuncio
de otras tardes de domingo
que ya no anuncian
nada.

Aurora Bernárdez
S. Darbishire
Publicadas por a la/s
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4 comentarios:

Maite dijo...

Lo que se ha estirado del domingo, ha sido la mañana, hoy hemos tenido una hora más... besossss

28 de octubre de 2018, 10:41:00 a.m. GMT-3
Rosa dijo...

Un beso, querida Beatriz.

Feliz noche.

28 de octubre de 2018, 6:34:00 p.m. GMT-3
eva dijo...

Qué felices eran los domingos en nuestra niñez,zapatos de domingo,vestidito de domingo,pelo bien lavadito, si era verano,vestidoalmidonado, si era invierno un bonito abrigo con sus guantes correspondites, y ese sol que alumbraba pero no calentaba porque el frio que sentiamos en la cara era mayor que elcalordel sol, o ese calor del verano que nos invitaba a comernos un "chambi" en elcarromato de la plaza del pueblo. A las 12 laSanta Misa, alsalir vueltas con las amigas por el pueblo para jugar o ya mayorcitas para ver si coincidiamos con el niño que nos gustaba, o sentadas en elbanco de la plaza del pueblo comiendo chucherias y teniendo cuidado que nuestro vestidono se arrugase. Hora de comida, el vestido bien colocado para que no se arrugase y ya por la tarde, a las 5, al cine. Eran tiempos felices, muy felices,nuestro pensamiento se limitba a la escuela, hacer los recados que nos mandaba nuestra madre, leer tebeos y salir un rato, a la tarde a recorrerlascalles delpueblo todas las amigas cogidas delbrazo, sonrojandonos y poniendonos nerviosas cuando nos encontrabamos al chico que nos gustaba venir,de frente con sus amigos. El frio era tanto que se nos "custrian" las rodillas , las manos heladas, lacara roja de frio , o en el verano un calor insopòrtable, la siesta y esperar la caida delsol para el paseo diario. En los domingos de mi infancia fuí feliz,muy feliz.

eva

29 de octubre de 2018, 8:24:00 a.m. GMT-3
Beatrice dijo...

Gracias Maite. Gracias Rosa. Siempre acompañándome en este blog. Y a ti Eva muchas gracias por este recuerdo. Es increíble porque estando en latitudes tan lejanas, yo casi cayendo del mapa en Magallanes, viví casi las mismas experiencia de domingo. Igual, igual... sólo exceptuando el calor insoportable, ese no lo conocí en mi infancia.
Un beso y un abrazo a las tres.
Gracias, gracias, gracias! Y feliz semana!

29 de octubre de 2018, 9:56:00 a.m. GMT-3

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