domingo, 23 de agosto de 2020

Con dedos invisibles,,,


 


 Con dedos invisibles, por la noche,

 alguien trenza de nuevo los destinos.

Recompone lo roto, le devuelve
la armonía perdida a lo imperfecto.
Cobran vida las cosas que no fueron,
y lo que el mal deshizo, vuelve a ser.
Del cerebro dañado surge un río
de aguas siempre tranquilas. De la médula
enferma crece un bosque de hayas, míralo
ahí, ahí. Lo que no tuvo forma,
lo que no llegó a ser, el niño muerto,
el destino truncado, un amor triste,
todo esto resucita en esos dedos
que vibran en la noche. Y así surge
la inconstante belleza de este mundo.
Y también la del más allá
que no conoceremos.

Eduardo Jordá
Kailin Zhao

1 comentario:

Vicente Corrotea dijo...

¿Dónde están esos dedos? ¿Dónde las noches? Deben ser corazones rojos y resilientes que "le devuelve la armonía perdida a lo imperfecto". Gran poema para levantar el espíritu ante esta pandemia. Gracias.

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