nunca me des lo que te pida.
Me encanta lo imprevisto,
lo que baja de tus rubias estrellas;
que la vida me presente de golpe
la baraja contra que he de jugar.
Quiero el asombro de ir
silencioso por mi calle oscura,
sentir que me golpean en el hombro,
volverme, y ver la faz de la aventura.
Quiero ignorar en dónde y de qué modo
encontraré la muerte.
Sorprendida sepa el alma
a la vuelta de un recodo,
que un paso atrás,
se le quedó la vida.
Conrado Nalé Roxlo
Cuadro: Waterhouse, 1903
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5 comentarios:
¡Qué buen poema!
Como para converirlo en aspiración de vida.
¿verdad que sí? yo lo encuentro genial
Hola!!!!!!!!
Ir por la vida, con lo que ella te da, sin mas equipaje y sin mochilas pesada, seria lo ideal.
Un besote y abrazo de oso.
Estaba segura de haberte dejado ya un comentario aquí. Son los duendes....
Federico y Nalé Roxlo se conocieron en Bs. As. en casa de Pablo Rojas Paz según Ian Gibson en "Vida, pasión y muerte..."
Besos y abrazos
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