lunes, 31 de diciembre de 2012
domingo, 30 de diciembre de 2012
As time goes by
It's still the same old story
A fight for love and glory
A case of do or die.
The world will always welcome lovers
As time goes by.
sábado, 29 de diciembre de 2012
Gusano
Lo mismo que un gusano que hilara su capullo,
hila en la rueca tuya tu sentir interior;
he pensado que el hombre debe crear lo suyo,
como la mariposa sus alas de color.
Teje serenamente, sin soberbia ni orgullo,
tus alas y tu vida, tu verso y tu dolor.
Será mejor la seda que hizo el trabajo tuyo,
porque en ella pusiste tu paciencia y tu amor.
Yo, como tú, en mi rueca hilo la vida mía,
y cada nueva hebra me trae la alegría
de saber que entrecejo mi amor y mi sentir.
Después cuando la muerte se pare ante mi senda,
con mis sedas más blancas levantaré una tienda,
y a su sombra, desnudo, me tenderé a dormir.
Manuel Rojas
Pintura:Zhu Yi Yong
jueves, 27 de diciembre de 2012
Su ausencia
De aquí
a un tiempo,
puede
que llegue a ser
como vivir
en una ciudad que no te gusta
sabiendo
que nunca podrás
abandonarla;
pero eso,
en los días mejores.
Karmelo Iribarren
Pintura: Shanwn Zents
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martes, 25 de diciembre de 2012
lunes, 24 de diciembre de 2012
Feliz Navidad
Toda la naturaleza
es un anhelo de servicio.
Sirve la nube,
sirve el
viento,
sirve el surco.
Donde haya un árbol que plantar,
plántalo tú;
donde haya un error que enmendar,
enmiéndalo tú;
donde haya un esfuerzo
que todos esquivan,
acéptalo tú.
G.Mistral
Pintura: Filippo Lippi
domingo, 23 de diciembre de 2012
Domingo
Domingo, flor de luz, casi increíble
día. Bajas sobre la tierra
como un ángel inútil y dorado.
Besas
a las muchachas
de turbia cabellera,
vistes de azul marino
a los hombres que te aman, y dejas
en las manos del niño
un aro de madera
o una simple esperanza. Repartes
golondrinas, globos de primavera,
te subes a las torres
y giras las veletas
oxidadas. Tu viento agita faldas
de colores, estremece banderas,
lleva lejos canciones
y sonrisas, llena
las estancias de polvo plateado.
día. Bajas sobre la tierra
como un ángel inútil y dorado.
Besas
a las muchachas
de turbia cabellera,
vistes de azul marino
a los hombres que te aman, y dejas
en las manos del niño
un aro de madera
o una simple esperanza. Repartes
golondrinas, globos de primavera,
te subes a las torres
y giras las veletas
oxidadas. Tu viento agita faldas
de colores, estremece banderas,
lleva lejos canciones
y sonrisas, llena
las estancias de polvo plateado.
Los árboles esperan
tu llegada
para cubrirse de gorriones. Sabe más fresca
el agua de las fuentes.
Las campanas dispersan
palomas imprevistas
que vuelan
de otro modo.
No hay nadie que no sepa
que es domingo,
domingo.
Tu presencia
de espuma lava,
eleva,
hace flotar las cosas y los seres
en un nítido cielo que no era
-el lunes- de verdad:
apenas desteñido papel, vidrio olvidado,
polvo tedioso sobre las aceras.
tu llegada
para cubrirse de gorriones. Sabe más fresca
el agua de las fuentes.
Las campanas dispersan
palomas imprevistas
que vuelan
de otro modo.
No hay nadie que no sepa
que es domingo,
domingo.
Tu presencia
de espuma lava,
eleva,
hace flotar las cosas y los seres
en un nítido cielo que no era
-el lunes- de verdad:
apenas desteñido papel, vidrio olvidado,
polvo tedioso sobre las aceras.
Angel González
sábado, 22 de diciembre de 2012
viernes, 21 de diciembre de 2012
jueves, 20 de diciembre de 2012
Intuición del frío
aquellas mañanas de diciembre,
a lo largo del río,
hacia el colegio,
ni se trata tampoco de aquel otro
que te sorprendería
años después
más de una madrugada
dando tumbos.
No, este es distinto, este
da miedo:
viene
del futuro.
Karmelo Iribarren
Pintura:Zaira Dzhaubaeva
miércoles, 19 de diciembre de 2012
Jacintos
The scent of hyacinths,
like a pale mist,
lies between me
and my book
Pintura : H. Knight
martes, 18 de diciembre de 2012
En un susurro...
"In a whisper.
To talk in a whisper.
In a whisper
like the sea."
Anna Kamienska
Pintura: Zhao Kailin
lunes, 17 de diciembre de 2012
She...
She herself had had a deep sense of poetry;
she remembered going to sleep
with Shelley under her pillow.
Elizabeth Bowen
Pintura: Knight
domingo, 16 de diciembre de 2012
Qué nunca te pierda
Qué nunca te pierda,
dolor bienaventurado,
más preciado que el agua,
quemadura del alma
sin la cual sólo seríamos
madera muerta.
Rumi
Pintura: Strino
sábado, 15 de diciembre de 2012
Largas tardes
Eran las largas tardes cuando me abandonaba la poesía.
El río fluía paciente, empujando al mar barcas ociosas.
Eran largas tardes, una costa de marfil. Sombras
en las calles, escaparates con altivos maniquíes
que me miraban a los ojos, osados y hostiles.
De los institutos salían los profesores con caras vacías,
como si Homero los hubiese vencido, humillado, matado.
Los periódicos de la tarde traían noticias inquietantes,
pero nada cambiaba, nadie aceleraba el paso.
En las ventanas no había nadie, tú no estabas,
incluso las monjas parecían avergonzarse de la vida.
Eran las largas tardes cuando la poesía se desvanecía
y me quedaba solo con el monstruo opaco de la ciudad,
como un pobre viajero delante de la Gare du Nord
con una maleta demasiado pesada, atada con un cordel,
en la que cae una negra lluvia, una negra lluvia de septiembre.
Oh, dime cómo curarse de la ironía, de la mirada
que ve pero que no penetra; dime cómo curarse del silencio.
Zagajewski
Pintura:Vuillard
viernes, 14 de diciembre de 2012
jueves, 13 de diciembre de 2012
Romper el silencio
El que habla,
el que se ocupa de la expresión
el que se ocupa de la expresión
traiciona el ser;
el ser es silencioso
y pleno, inefable,
y pleno, inefable,
y cada enunciado
puede sólo empobrecerlo.
puede sólo empobrecerlo.
Y, sin embargo,
para alguien que quiera escribir
no hay elección,
no hay elección,
hay que romper el silencio,
aunque sea muy doloroso,
aunque sea muy doloroso,
y traicionar esa sustancia
en cuyo nombre siempre hablamos
en cuyo nombre siempre hablamos
(no hay otra)
Zagajewski
Pintura: Maleki
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pintura,
zagajewski
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Escribir
Un escritor es algo extraño.
Es una contradicción y también un
sinsentido.
Escribir también es no hablar.
Es callarse. Es aullar sin ruido.
Un escritor es algo que descansa,
con frecuencia, escucha mucho.
No habla
mucho porque es imposible hablar a alguien
de un libro que se ha escrito
y
sobre todo de un libro que se está escribiendo.
Es imposible. Es lo
contrario del cine,
lo contrario del teatro y otros espectáculos.
Es lo
contrario de todas las lecturas.
Es lo más difícil. Es lo peor.
Porque un
libro es lo desconocido,
es la noche, es cerrado, eso es.
El libro avanza,
crece, avanza hacia su propio destino
y el de su autor, anonadado por su
publicación:
su separación, la separación del libro,
como el último hijo,
siempre al más amado.
Un libro abierto también es la noche.
Marguerite Duras
Pintura: Harold Knight
lunes, 10 de diciembre de 2012
Detrás de las colinas
Detrás de las colinas siempre es invierno.
Hay becasinas lentas sobre las vegas
y cazadores que acechan su vuelo.
Hay amigos que han esperado años
para compartir un viejo vino.
Detrás de las colinas siempre hay niebla,
el alba no amanece sobre yermos de ortigas
ni en cuclillas al sol
el sastre del tiempo cose nuestra mortaja.
Detrás de las colinas siempre es invierno
y la muerte se abre como una mano
donde cabe toda la noche,
mientras aquí sobrevivir
es nada más que una gastada historia.
Detrás de las colinas siempre es invierno.
Teillier
Pintura: Cole Johnson
sábado, 8 de diciembre de 2012
Aquí, en algún lugar
Aquí,
en algún lugar perdido
entre la juventud
y la vejez,
buscando
algún indicio de algo
que no me suene a ayer
y no me importe
dejar para mañana.
Sin encontrarlo.
Karmelo Iribarren Pintura:Agate Apkalne
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poesía
jueves, 6 de diciembre de 2012
La madre
” Su mirada no recorre las ventanas enrejadas,
no se detiene en el comienzo del patio,
en las columnas de los balcones,
el alero desordenado de glicinas;
mira la casa, de frente,
para recogerla entera, irreparable”
“La muerte – me decía- ha de sobrevenir
cuando estemos saturados de recuerdos “
cuando estemos saturados de recuerdos “
Norah Lange
Mis madres, PA 1935
miércoles, 5 de diciembre de 2012
De tarde en tarde
A mi madre le gusta ir a ese café de sobrias lámparas,
pedir galletas de vainilla,
tomar dos tazas de té negro con parsimonia
como un acto ceremonial.
Hoy la he traído, pues, cediendo al gesto filial mi tarde laboriosa.
Tras los enormes ventanales vemos correr la vida afuera
mientras hablamos de otros días
y la tibieza del lugar sugiere que la felicidad no es más que esto.
De repente
como recuperando las palabras de un sueño
ella dice: “Qué lástima que todo se termina”.
Lo dice con sonrisa liviana, pues sabe
que ser trascendental no conviene a la tarde.
(Mi madre cumplió setenta y cuatro años
y alguna vez fue bella).
Al fondo de las tazas el té pinta sus signos.
Yo no sé que decir.
Miramos la avenida, las caras planas de los transeúntes,
los árboles que callan. Anochece.
Piedad BonnettPintura: Goodwin
martes, 4 de diciembre de 2012
Reliquias
Tías siempre observadas
por aquel laberinto de retratos,
con sus piernas de pájaro enredadas
en ovillos de lanas de colores.
Un camafeo guarda los cabellos
que el afán de la muerte ha desteñido.
Tías con manchas grises en las manos
que minuciosamente multiplican
de cojines sus cuartos numerosos,
adormilados en la naftalina.
Tías de labios rojos,
que duermen vigiladas por bandejas de plata.
A todos nos alcanzan sus bufandas eternas,
que esperan un invierno que no llega.
por aquel laberinto de retratos,
con sus piernas de pájaro enredadas
en ovillos de lanas de colores.
Un camafeo guarda los cabellos
que el afán de la muerte ha desteñido.
Tías con manchas grises en las manos
que minuciosamente multiplican
de cojines sus cuartos numerosos,
adormilados en la naftalina.
Tías de labios rojos,
que duermen vigiladas por bandejas de plata.
A todos nos alcanzan sus bufandas eternas,
que esperan un invierno que no llega.
Piedad Bonnett
Pintura:Danielson G.
lunes, 3 de diciembre de 2012
Sometimes
Death waits for me, I know it, around
one corner or another.
This doesn't amuse me.
Neither does it frighten me.
After the rain, I went back into the field of sunflowers.
It was cool, and I was anything but drowsy.
I walked slowly, and listened
to the crazy roots, in the drenched earth,
laughing and growing.
Mary Oliver
Pintura:Jan Maitland
domingo, 2 de diciembre de 2012
sábado, 1 de diciembre de 2012
Autorretrato
Entre ordenador, lápiz y máquina de escribir
se me pasa la mitad del día.
Algún día se convertirá en medio siglo.
Vivo en ciudades ajenas y a veces converso
con gente ajena sobre cosas que me son ajenas.
Escucho mucha música:
Bach, Mahler, Chopin, Shostakovich.
En la música encuentro la fuerza, la debilidad y el dolor,
los tres elementos.
El cuarto no tiene nombre.
Leo a poetas vivos y muertos, aprendo de ellos
tenacidad, fe y orgullo. Intento comprender
a los grandes filósofos -la mayoría de las veces consigo
captar tan sólo jirones de sus valiosos pensamientos.
Me gusta dar largos paseos por las calles de París
y mirar a mis prójimos, animados por la envidia,
la ira o el deseo; observar la moneda de plata
que pasa de mano en mano y lentamente pierde
su forma redonda (se borra el perfil del emperador).
A mi lado crecen árboles que no expresan nada,
salvo su verde perfección indiferente.
Aves negras caminan por los campos
siempre esperando algo, pacientes como viudas españolas.
Ya no soy joven, mas sigue habiendo gente mayor que yo.
Me gusta el sueño profundo, cuando no estoy,
y correr en bici por caminos rurales, cuando álamos y casas
se difuminan como nubes con el buen tiempo.
A veces me dicen algo los cuadros en los museos
y la ironía se esfuma de repente.
Me encanta contemplar el rostro de mi mujer.
Cada semana, el domingo, llamo a mi padre.
Cada dos semanas me reúno con mis amigos,
de esta forma seguimos siendo fieles.
Mi país se liberó de un mal.
Quisiera que le siguiera aún otra liberación.
¿Puedo aportar algo para ello? No lo sé.
No soy hijo de la mar,
como escribió sobre sí mismo Antonio Machado,
sino del aire, la menta y el violonchelo,
y no todos los caminos del alto mundo se cruzan
se me pasa la mitad del día.
Algún día se convertirá en medio siglo.
Vivo en ciudades ajenas y a veces converso
con gente ajena sobre cosas que me son ajenas.
Escucho mucha música:
Bach, Mahler, Chopin, Shostakovich.
En la música encuentro la fuerza, la debilidad y el dolor,
los tres elementos.
El cuarto no tiene nombre.
Leo a poetas vivos y muertos, aprendo de ellos
tenacidad, fe y orgullo. Intento comprender
a los grandes filósofos -la mayoría de las veces consigo
captar tan sólo jirones de sus valiosos pensamientos.
Me gusta dar largos paseos por las calles de París
y mirar a mis prójimos, animados por la envidia,
la ira o el deseo; observar la moneda de plata
que pasa de mano en mano y lentamente pierde
su forma redonda (se borra el perfil del emperador).
A mi lado crecen árboles que no expresan nada,
salvo su verde perfección indiferente.
Aves negras caminan por los campos
siempre esperando algo, pacientes como viudas españolas.
Ya no soy joven, mas sigue habiendo gente mayor que yo.
Me gusta el sueño profundo, cuando no estoy,
y correr en bici por caminos rurales, cuando álamos y casas
se difuminan como nubes con el buen tiempo.
A veces me dicen algo los cuadros en los museos
y la ironía se esfuma de repente.
Me encanta contemplar el rostro de mi mujer.
Cada semana, el domingo, llamo a mi padre.
Cada dos semanas me reúno con mis amigos,
de esta forma seguimos siendo fieles.
Mi país se liberó de un mal.
Quisiera que le siguiera aún otra liberación.
¿Puedo aportar algo para ello? No lo sé.
No soy hijo de la mar,
como escribió sobre sí mismo Antonio Machado,
sino del aire, la menta y el violonchelo,
y no todos los caminos del alto mundo se cruzan
con los senderos de la vida que,
de momento,
a mí me pertenece.
a mí me pertenece.
Pintura: Christhoffer Stott
viernes, 30 de noviembre de 2012
El amor
Como el viento que encuentra
una rendija
y se cuela en la habitación
y lo desordena todo
libros
facturas
poemas
así llega
en la vida
el amor.
Nada es igual a partir de entonces,
ese caos
es la felicidad.
Pero un día habrá que recoger.
Suerte si no te toca a ti.
Pintura: Graber
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jueves, 29 de noviembre de 2012
Mi misma
Si mis ideas de Dios,
espesas y revueltas,
las paso por tamiz,
no queda nada,
ni siquiera
las que adorné
a mi medida.
Cecilia Casanovaespesas y revueltas,
las paso por tamiz,
no queda nada,
ni siquiera
las que adorné
a mi medida.
Pintura:Juan Medina
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miércoles, 28 de noviembre de 2012
martes, 27 de noviembre de 2012
lunes, 26 de noviembre de 2012
domingo, 25 de noviembre de 2012
La libertad
La libertad, Sancho,
es uno de los más precioso dones
que a los
hombres dieron los cielos;
con ella no pueden igualarse los tesoros
que guarda la tierra ni el mar encubre;
por la libertad y así como por
la honra
se puede y se debe aventurar la vida...
El ingeniosos hidalgo Don Quijote de la Mancha
sábado, 24 de noviembre de 2012
Ese fuego
Ese fuego
siempre encendido
ahí
al fondo
en sus pupilas
como un hotel
de una pequeña ciudad
donde pasarse la vida.
K. Iribarren
Pintura: Annick Bouvier
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viernes, 23 de noviembre de 2012
Mañana, la intemperie
Por si no
amaneciera
mañana, que la casa
no parezca vacía;
que todo continúe como al borde
de suceder; no olvides
llenar las copas, como si el vino fuese
una última forma de esperanza.
Y ahí, sobre el mantel, recién partido,
deja también el pan
para que haya un olor a espigas altas
o para que parezca
que hay cosas que aún podrían compartirse sin prisa.
Deja algún libro abierto en cualquier sitio,
Como si fueras a volver muy pronto;
que parezca que todo se ha quedado esperándote.
Que no note la muerte cuando llegue
que en esta casa ya
no vive nadie. Deja
abierta una ventana para que salgan todas
las sombras que vivieron
contigo y para que entre
el ruido de la calle,
el ruido ajeno de la vida;
y trata
de dejar descorridos los visillos
para que así mañana (si amanece),
cuando entre la luz, te reconozca.
Que en tu muerte no haya
Esa misma intemperie que hubo siempre en tu vida.
Guarda en algún espejo
tu mirada y un poco de esa lumbre
que ya no habrá en tus ojos
mañana; y guarda dentro de un cuaderno
el ascua viva de tu tacto. Deja
encendida una vela, o al menos una lámpara,
por si acaso la noche
durara demasiado.
Deja regado un tiesto junto a ti
Porque tal vez conviene
que, cuando ella se acerque, haya en la casa
mañana, que la casa
no parezca vacía;
que todo continúe como al borde
de suceder; no olvides
llenar las copas, como si el vino fuese
una última forma de esperanza.
Y ahí, sobre el mantel, recién partido,
deja también el pan
para que haya un olor a espigas altas
o para que parezca
que hay cosas que aún podrían compartirse sin prisa.
Deja algún libro abierto en cualquier sitio,
Como si fueras a volver muy pronto;
que parezca que todo se ha quedado esperándote.
Que no note la muerte cuando llegue
que en esta casa ya
no vive nadie. Deja
abierta una ventana para que salgan todas
las sombras que vivieron
contigo y para que entre
el ruido de la calle,
el ruido ajeno de la vida;
y trata
de dejar descorridos los visillos
para que así mañana (si amanece),
cuando entre la luz, te reconozca.
Que en tu muerte no haya
Esa misma intemperie que hubo siempre en tu vida.
Guarda en algún espejo
tu mirada y un poco de esa lumbre
que ya no habrá en tus ojos
mañana; y guarda dentro de un cuaderno
el ascua viva de tu tacto. Deja
encendida una vela, o al menos una lámpara,
por si acaso la noche
durara demasiado.
Deja regado un tiesto junto a ti
Porque tal vez conviene
que, cuando ella se acerque, haya en la casa
algo que esté creciendo todavía.
Que al abrir los armarios,
siga todo en su sitio,
que siga intacto el tiempo y el perfume;
que tus ropas no sepan que las has condenado
a ser un hueco donde ya tu cuerpo
tendrá las dimensiones exactas de la ausencia.
Que no sepan tus cosas
que no las necesitas (aunque tardes
demasiado en volver), que no comprendan
que has estrenado la palabra nunca.
Déjalo todo como si esta noche
no fuera a ser la última. No olvides
dejar un libro abierto en cualquier página.
Y deja en los cajones, bien guardado,
lo que no has de llevarte: el limpio aroma
del membrillo, algún verso, aquellos oros
maternales del trigo, y tantos nombres
sin tachar en tu agenda, tantas voces
que aún mañana seguirán llamándote.
Y en un estuche guarda
tu voz, guarda tu aliento
con la última palabra que pronuncies.
Y deja tu ventana bien abierta
para que así mañana la luz te reconozca,
aunque ya sólo seas
un cuerpo roto, un cuerpo sin memoria y con frío;
para que así mañana (si amanece)
siga entrando por ella –aunque tú no lo oigas-
todo ese ruido extraño
y ajeno de la vida.
Que al abrir los armarios,
siga todo en su sitio,
que siga intacto el tiempo y el perfume;
que tus ropas no sepan que las has condenado
a ser un hueco donde ya tu cuerpo
tendrá las dimensiones exactas de la ausencia.
Que no sepan tus cosas
que no las necesitas (aunque tardes
demasiado en volver), que no comprendan
que has estrenado la palabra nunca.
Déjalo todo como si esta noche
no fuera a ser la última. No olvides
dejar un libro abierto en cualquier página.
Y deja en los cajones, bien guardado,
lo que no has de llevarte: el limpio aroma
del membrillo, algún verso, aquellos oros
maternales del trigo, y tantos nombres
sin tachar en tu agenda, tantas voces
que aún mañana seguirán llamándote.
Y en un estuche guarda
tu voz, guarda tu aliento
con la última palabra que pronuncies.
Y deja tu ventana bien abierta
para que así mañana la luz te reconozca,
aunque ya sólo seas
un cuerpo roto, un cuerpo sin memoria y con frío;
para que así mañana (si amanece)
siga entrando por ella –aunque tú no lo oigas-
todo ese ruido extraño
y ajeno de la vida.
Pedro A. González Moreno
Pintura: Heye Alphonse
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