viernes, 10 de agosto de 2007

¿Quién cuidará de los libros



cuando todos nos hayamos ido?
¿Para qué servirán sus hojas incendiadas,
sus lomos envejecidos?
¿Para alimentar las fogatas de los perros?
¿Para limpiar ojos que no son humanos?
¿Para arrastrarse por los desiertos?
¿Cuántas toneladas de sueños,
pesan en todos los libros del mundo?
¿A dónde irán los desbordes de imaginación
logrados por ellos...
cuando todos nos hayamos ido?
¿Dónde morirán
abandonados y solos
azules y desamparados
dormidos en las calles
como niños vagabundos?


Marcela Muñoz Molina

6 comentarios:

Danka Ivanoff dijo...

Mi querida beatriz. Yo espero que siempre queden seres humanos que cuiden los libros y espero que los que yo tengo permanezcan en la familia y vayan pasando de generación en generación, cuidados y amados. Los libros nos ayudan tanto y en tantas cosas, nos entretienen, nos educan, nos guian. La vida sin los libros no tiene mucho sentido. Un abrazo desde la Patagonia llena de sol en pleno agosto.

El Guanaco Volador dijo...

Hermosas palabras

Beatriz gracias por la visita

paola dijo...

loa libros traen otras historias además de las propias... yo anoto siempre la fecha, dónde lo compré o quién me lo regaló.... pasan los años y al abrirlos de nuevo, vuelven más historias que las del propio libro... ojalá queden siempre en manos de alguien que los sepa redescubrir! besos

Clarice Baricco dijo...

Me llegó mucho el poema. Muchísimo.

Abrazos

Maria Ines dijo...

Si algún día nos vamos todos ya no importa el destino de los libros...
Y entonces asomará la certeza que nadie entendió los sueños de los otros, los mejores caminos, estar en unidad con el todo...
Y estará bien que sirva al animal como fogata y que ayude a limpiar ojos salvajes porque en definitiva la bestia mucho más sabia que nosotros...

Maria Ines dijo...

Fe de erratas:
"La bestia fue mucho más sabia que nosotros"

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