En sus bordes los labios se detienen.
Es hermosa la taza,
con cenefa de rosas
y dorado filo.
Aromas de café, cantueso y menta, son más intensos,
porque la taza es honda.
La miro rosa a rosa,
y me produce gozo
el color y la forma;
el saber que otros labios
han podido apreciar este refugio,
que otros ojos se han deleitado.
Sobre la mesa no es un objeto más,
no es el adorno.
Lleva tras sí miradas,
manos,
labios.
Quizá un último suspiro,
un último sorbo,
o el hastío de las tardes. Dionisia GarcíaJuliana Kolesova
Es hermosa la taza,
con cenefa de rosas
y dorado filo.
Aromas de café, cantueso y menta, son más intensos,
porque la taza es honda.
La miro rosa a rosa,
y me produce gozo
el color y la forma;
el saber que otros labios
han podido apreciar este refugio,
que otros ojos se han deleitado.
Sobre la mesa no es un objeto más,
no es el adorno.
Lleva tras sí miradas,
manos,
labios.
Quizá un último suspiro,
un último sorbo,
o el hastío de las tardes. Dionisia García
3 comentarios:
Lleva tanto impreso, el arte de quien la pensó, y la inspiración del poema!
Buen comienzo de semana Beatriz, un beso
Esa taza se convierte en poema, bonita entrada, Beatriz. Me gusta leerá a Dionisia en tu blogspot.
Besos
Precioso poema. Sabes que colecciono tazas???
eva
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