lo que queda de tus ojos
el destello fijo en la carrera
terrible claridad sin muerte
como agua en la pureza
de tus pies tan blancos
conejos que saben huir.
María E. Caseiro
Pintura: Clara Gangutia. La corredora de Montevideo , gracias a Elvira
blog de rescate de la historia familiar, de la patagonia, vivencias, recuerdos, arte y poesía
por llamarla necesidad.
Que me disculpe la necesidad,
si a pesar de ello me equivoco.
Que no se enoje la felicidad
por considerarla mía.
Que me olviden los muertos
que apenas si brillan en la memoria.
Que me disculpe el tiempo
por el mucho mundo pasado por alto
a cada segundo.
Que me disculpe mi viejo amor
por considerar al nuevo el primero.
Perdonadme, guerras lejanas,
por traer flores a casa.
Perdonadme, heridas abiertas,
por pincharme en el dedo.
Que me disculpen los que claman
desde el abismo el disco de un minué.
Que me disculpe la gente en las estaciones
por el sueño a las cinco de la mañana.
Perdóname, esperanza acosada,
por reírme a veces.
Perdonadme, desiertos,
por no correr con una cuchara de agua.
Y tú, gavilán, hace años el mismo,
en esta misma jaula, inmóvil
mirando fijamente el mismo punto siempre,
absuélveme, aunque fueras un ave disecada.
Que me disculpe el árbol talado
por las cuatro patas de la mesa.
Que me disculpen las grandes preguntas
por las pequeñas respuestas.
Verdad, no me prestes demasiada atención.
Solemnidad, sé magnánima conmigo.
Soporta, misterio de la existencia,
que arranque hilos de tu cola.
No me acuses, alma, de poseerte pocas veces.
Que me perdone todo
por no poder estar en todas partes.
Que me perdonen todos
por no saber ser cada uno de ellos,
cada una de ellas.
Sé que mientras viva nada me justifica
porque yo misma me lo impido.
Habla, no me tomes a mal
que tome prestadas palabras patéticas
y que me esfuerce después
para que parezcan ligeras.
Wislawa Szymborska
Pintura: Holsoe
Baricco. Tierra de cristal
Pintura: Dmitri Arkadyevich
Jacobo Rauskin
Pintura: S. Plutenko