martes, 31 de julio de 2012

El Tricornio


La primera
fue por venganza,
la segunda por placer,
y la tercera
(para que vamos
a engañarnos)
la tercera fue
porque me gustó
mucho la segunda.

Karmelo Iribarren
Pintura:
Fabian Pérez

lunes, 30 de julio de 2012

Desde que tú te fuiste


Los días
se parecen
unos a otros
como dos gotas
de ginebra
de garrafa

Karmelo Iribarren
Pintura:
Dell'Orfano Daniel

domingo, 29 de julio de 2012

El estratega doméstico


Le tiene miedo. Sabe
que sus caricias
le pueden
reducir
a un pobre imbécil
-lo sabe de otras veces-,
que si cede
volverá a ser un muñeco
entre sus brazos,
como siempre.
Por eso no le habla,
evita cualquier roce fortuito
y se mantiene
alerta:
es su venganza.
Quiere hacerle sufrir,
que vea que esta vez
la cosa es seria,
que se asuste.

Karmelo Iribarren
Pintura:
Carrie Graber

sábado, 28 de julio de 2012

Acaso hace falta algo más


La oigo subir por la escalera,
es ella, pienso,
estoy seguro,
sólo ella es capaz
de sacarle esa música
al cemento,
ya está aquí,
abro la puerta, la ayudo
con las bolsas:
pan, jamón,
cerveza, café, queso...,
comemos
y nos reímos un rato
del mundo.
¿Qué por qué?
Ni lo sé
ni me importa.
Es jueves,
tres de marzo,
un día gris, oscuro,
sin historia,
un día de perros, sí,
pero estamos enamorados.
¿Acaso hace falta más?


Karmelo Iribarren
Pintura:Carrie Graber

viernes, 27 de julio de 2012

La fecha


Primero miramos

la foto,

y no pasó nada.

Pero después

vimos la fecha

al dorso,

y el momento

adquirió

otros matices.

Y no tuve

más remedio

que acariciarte

un poco

la nostalgia.


Karmelo Iribarren
Pintura:Fabian Pérez

jueves, 26 de julio de 2012

Lo días normales


Llegan
y se van
sin dejar rastro,
y tú los ves
alejarse
sobre los tejados
-y con ellos
los años-,
y apenas sientes nada,
o sientes algo,
vago,
que no sabes
descifrar…

Son los días normales,
de diario,
los que parece que pasan de largo,

los asesinos
del amor.

Karmelo Iribarren

Pintura:Susana Ragel

miércoles, 25 de julio de 2012

Insomnio



Madrugada, verano, fumando
en el balcón. Una ventana,
al otro lado de la plaza,
se ilumina. Oigo el clic
de un encendedor.
Un tipo. Me mira, desviamos
la mirada. En la calle,
una conversación deshilachada
entre borrachos. En el cielo,
la luna, amarilla, inmensa.
Sobre ella, la estela
de un avión... Te acercas.
Me abrazas por la espalda.
Me susurras al oído unas
palabras. Imposible decir no

Karmelo Iribarren
Pintura:Graber Carrie

Esas grandes preguntas


Las tres
de la madrugada.
Que vengan
esas grandes preguntas,
que ya tengo mis respuestas:
El viento
y la lluvia
ahí fuera,
y aquí
al lado
tu respiración.

Karmelo Iribarren
Pintura:Avigdor Arikha

martes, 24 de julio de 2012

Es inútil buscarlo


Es inútil buscarlo. Cuando
menos lo esperas, aparece
en un bar. Y ya nada es
igual en adelante. Un día
tocas los dinteles de la gloria,
y al día siguiente te rompe
el corazón. O no. O quizás
tienes suerte, y sólo
acabas harto de la felicidad.

Karmelo Iribarren
Pintura:
Fabián Pérez

Vuelve a intentarlo


Esas mañanas de domingo,
en invierno,
a primera hora:

las calles recién regadas,
el aire fresco,
limpio,
el olor a cruasán de las cafeterías,
la locura
de los pájaros...

Como si la vida
te dijese:

mira, aquí me tienes,
vuelve a intentarlo.

Karmelo Iribarren
Pintura:Ken Harris

lunes, 23 de julio de 2012

Algunas noches, el miedo




Algunas noches me arrimo
a tu calor bajo las mantas
como un niño asustado.
Necesito tocarte
urgentemente. Necesito
saber que estás ahí,
que estarás siempre. Sentir
que tengo cerca a un ser humano,
y que no estoy tan solo.

Karmelo Iribarren
Pintura:
Hefferan

El soñador



Encontronazo, esta mañana,

después de varios meses,

en una cafetería del centro.

Con sutil diplomacia,

muy serios y muy dignos los dos,

hemos desviado la mirada.

Pero a mí no me la das,

donde hubo fuego hay brasa.

Mucho me temo,

amiga mía,

que esto solo puede acabar

como empezó: sobre las sábanas.


Karmelo Iribarren

Pintura: Brent Lynch

domingo, 22 de julio de 2012

Así es la puta vida


Yo también, como Baroja,
hubiese preferido
ser un hombre de acción:

no sé…
pilotar un mercante,
por ejemplo,
o atracar bancos,
o montar una guerrilla en algún sitio,
o, en fin, cualquier cosa,
salir en la tele
con el Wanted debajo.

Pero no:
ni guerrillas ni bancos
ni mercantes ni guantes ni hostias.

Padre de familia, camarero y poeta.

Así es la puta vida.

Karmelo Iribarra
Pintura:Picasso. Portrait of a poet.

Al caer el sol




Nunca lo he visto antes,
pero conozco
a ese hombre.

( Si me acercase,
distinguiría en sus ojos,
ese brillo gastado,
como sin vida,
que me recuerda, por cierto,
a los oficinistas
de mi infancia).

Pronto se llevará
la cerveza a los labios,
le dará un sorbo,
y volverá a dejarla
suavemente, sobre la barra.

Sin prisa. No la hay. No le hace falta.
Nada nuevo va a ocurrir,
y lo sabe. Se encuentra
más allá de la esperanza,
en su perpetuo
atardecer.

Conozco a ese hombre, sí,
y me da miedo.

A veces, de madrugada,
poco antes de acostarme, me mira
desde el espejo.

Karmelo Iribarren
Pintura:
Fabian Pérez

sábado, 21 de julio de 2012

Vagón de fumadores


La mujer que se sentó a mi lado
tenía el pelo rojo,
los párpados azules,
las uñas grises
y los labios verdes.
Fumaba sin parar
cigarrillos rubios, largos
como sus piernas del color de la noche.
Llegaba tarde—me dijo—a la cita
con su psicoanalista.
Pensé en él, muy detenidamente.

Karmelo Iribarren
Pintura:
A. Bouvattier

viernes, 20 de julio de 2012

Madrid, metro, noche


Gente
exhausta,

con la vista
clavada
en el suelo,

preguntándose
por la vida,

la de verdad...

porque no puede ser
que sea
sólo
eso...

Karmelo Iribarren
Pintura:
L. Furedi

jueves, 19 de julio de 2012

Los años



Y, enamorada,
deja que las arrugas lleguen...

Juan Cobos
Pintura: Gianni Strino

miércoles, 18 de julio de 2012

Es como la voz humana, pero por internet


Yo tenía una vida
antes de internet
no era mejor ni peor
que ésta
era una vida antes de internet
en lugar de esperar un mail
esperaba un llamado
en lugar de quedar por mensaje de texto
hablábamos la noche anterior
y no tenía manera de avisarte que
iba a llegar quince minutos tarde
siempre se me hace tarde
es sabido que llego tarde igual.
¿Habré llegado tarde también
a la vida después de internet?
En la vida antes de internet
era tan ansiosa como ahora
pero en vez de gastar el F5
como si fuera el botón de Lost
fumaba o leía algo para la facultad
o quedaba con alguna amiga
para ir al cine Savoy
me acicalaba un rato largo
en el baño de al lado de mi cuarto
en la casa de mis papás
tenía, además, el pelo largo
no hay ningún mensaje nuevo
en la bandeja de entrada
es como “La voz humana”
pero por Internet.
No importa si el teléfono suena:
es mi mamá, alguno de mis hermanos,
tal vez un primo o un ejecutivo de cuentas de Fibertel
que tiene una promoción para ofrecerme.
tengo 441 amigos en Facebook,
vos no tenés Facebook,
me dejan comentarios
y yo les dejo comentarios
y a veces de madrugada
me encuentro viendo fotos
de personas que no conozco,
algunas en sus viajes por el mundo
otras, recién casadas
otras, no sé.
Te quedaste en los 90
es que ahí por un rato
nos sentimos bien
nadie escribió la novela de mi generación
tal vez porque mi generación ya no tenga novelas
tendrá nouvelles o cuentos en antologías que me aburren
qué me importa
yo quiero que me llames
y que me invites a salir
si es al cine mejor
el gato de la casa de Perú
ése sí que no me daba miedo
me daba miedo cruzar el pasillito
para llegar al baño
en invierno también me daba frío.
Nuestros encuentros tienen
la frecuencia y la duración
de los eclipses,
¿te conté que tengo un blog?


Belén Iannuzzi
Gracias Emma Gunst
Foto: Elina Brotherus

martes, 17 de julio de 2012

Flor y cronopio


Un cronopio encuentra una flor solitaria
en medio de los campos.
Primero la va a arrancar,
pero piensa que es una crueldad inútil
y se pone de rodillas a su lado
y juega alegremente con la flor,
a saber: le acaricia los pétalos,
la sopla para que baile,
zumba como una abeja,
huele su perfume,
y finalmente se acuesta debajo de la flor
y se duerme envuelto en una gran paz.
La flor piensa:
«Es como una flor».


Cortázar
Pintura:B. Maguire

lunes, 16 de julio de 2012

El momento más feliz de mi vida


Fue el momento más feliz de mi vida
y no lo sabía.
De haberlo sabido,
¿habría podido proteger dicha felicidad?
¿Habría sucedido todo de otra manera?
Sí, de haber comprendido
que aquel era el momento más feliz de mi vida,
nunca lo habría dejado escapar.
Ese momento dorado
en que una profunda paz espiritual
envolvió todo mi ser
quizá durara solo unos segundos,
pero me pareció que la felicidad
lo convertía en horas, años.


Orhan Pamuk. El museo de la inocencia
Pintura:Raymond Leech

domingo, 15 de julio de 2012

Ya no...

Ya no resisto igual que antes las tormentas...



Pintura: Robert Archer. Approaching storm.

sábado, 14 de julio de 2012

La niña


La niña de trenzas y flequillo,
de babero y maleta a la espalda,
en la que me enseñaron a reconocerme
las fotos de los míos,
hoy, frente a mí, en este cuaderno aparece.
Coincidencia feliz: de esa criatura vine
para llegar a ella tras de un largo camino.
Te lo ruego: sigue tú misma,
o vuelve y disfruta de tus padres aún jóvenes,
la borrega y el agua en el cauce de piedra.
No te preocupes:
soy una de esas señoras que se encuentran a veces
de visita en las casas
y cuyo nombre no vuelve a recordarse.

María Victoria Atencia

viernes, 13 de julio de 2012

La máscara


La cara más cara...
es la máscara



Carlos Edmundo de Ory
Foto:Miriana

jueves, 12 de julio de 2012

La amante de Bolzano


Mira el fuego,
crepita como si intentara decirnos algo.
Quizá intente decirnos que es preciso quemarse
y destruirse en una pasión,
renacer en un sentimiento,
porque eso es la plenitud y la vida.
Todo lo que ha existido crepitará
y se quemará en nuestro amor
si tú así lo deseas,
si me llevas contigo o si vienes conmigo,
lo mismo da, pero todo debe empezar de nuevo,
porque así es el gran milagro del amor.

Te esperaré siempre.

Porque lo que existe entre nosotros

no puede desaparecer con el tiempo”.

Sándor Márai

Pintura:Hefferan

miércoles, 11 de julio de 2012

A tu lado rumiaba



Yo a tu lado rumiaba
rumiaba tu olor
tu calor
tu conversación entrecortada
tu suéter
la palidez de tu rostro
el desorden de tu pelo
la abertura de tu camisa
la línea de tu cuello
Tus manos
tus orejas
tus muñecas
tus tobillos
Todo entero
te rumiaba.

Cecilia Casanova
Pintura:
Hanks Steve

martes, 10 de julio de 2012

Dejo de escribir el poema




Para doblar la ropa. No importa quién vive
o quién muere. Soy todavía una mujer.
Siempre tendré muchas cosas que hacer.
Pongo las mangas de su camisa
juntas. Nada puede detener
nuestra ternura. Volveré luego
al poema. Volveré entonces a ser
una mujer. Pero por ahora
hay una camisa, una camisa gigante
en mis manos, y en algún lugar una niñita
de pie cerca de su madre
mirando cómo se hace.
________________________
to fold the clothes. No matter who lives
or who dies, I'm still a woman.
I'll always have plenty to do.
I bring the arms of his shirt
together. Nothing can stop
our tenderness. I'll get back
to the poem. I'll get back to being
a woman. But for now
there's a shirt, a giant shirt
in my hands, and somewhere a small girl
standing next to her mother
watching to see how it's done.

Tess Gallagher / Hilario Barrero
Pintura: Ding Shang

lunes, 9 de julio de 2012

Mi casa


Margaritas, petunias, geranios,
vacas, grillos, cordeles, cestos,
mariquitas de Dios, maíz, telas de araña.
Las golondrinas dibujan
sobre la pared encalada
idénticos e irrepetibles vuelos.
Sombrero de paja, pantalón corto,
camisa vieja, alpargatas; un día más
en el ajetreo feliz de la casa
y de los días sin fin.
Sábanas blancas de algodón
revolotean en el aire.
Pero un día, blancas sábanas de algodón
y de infancia y de madre...
¿qué haré yo sin eternidad?

Angeles Carbajal
Pintura:Jeff Larson

domingo, 8 de julio de 2012

La escritura



La escritura es una especie
de enfermedad contagiosa
que los libros transmiten
a quienes los frecuentan en exceso.
Todos los lectores contumaces
están expuestos a ese contagio,
y en distinta medida todos lo sufren,
aunque algunos lo desconozcan y otros,
por prudencia o timidez, lo oculten.
El lector químicamente puro no existe;
en su interior hay siempre un escritor
latente o agazapado
que a veces despierta de su letargo
y se abalanza sobre parientes y amigos
creando en la mayoría de los casos
(hay admirables excepciones)
situaciones de pánico o de desolación.


Angel González
Pintura:Alberto Quintana

sábado, 7 de julio de 2012

Océano mar

El señor Bartleboom deja la pluma, dobla la hoja, la mete en un sobre.Se levanta, coge de su baúl una caja de caoba, levanta la tapa, deja caer la carta en su interior, abierta y sin señas. En la caja hay centenares de sobres iguales. Abiertos y sin señas.

Bartleboom tiene treinta y ocho años. Él cree que en alguna parte, por el mundo, encontrará a una mujer que, desde siempre, es su mujer. De vez en cuando lamenta que el destino se obstine en hacerle esperar, con obstinación tan descortés, pero con el tiempo ha aprendido en el asunto con gran serenidad. Casi cada día, desde hace ya años, toma la pluma y le escribe. No tiene nombre y no tiene señas para poner en los sobres, pero tiene una vida que contar. Y ¿a quién sino a ella? Él cree que cuando se encuentren será hermoso depositar en su regazo una caja de caoba repleta de cartas y decirle

- Te esperaba.

Ella abrirá la caja y lentamente, cuando quiera, leerá las cartas una a una y retrocediendo por un kilométrico hilo de tinta azul recobrará los años -los días, los instantes- que ese hombre, incluso antes de conocerla, ya le había regalado. O tal vez, más sencillamente, volcará la caja y, atónita ante aquella divertida nevada de cartas, sonreirá diciéndole a ese hombre

- Tú estás loco.

Y lo amará para siempre”.

Baricco

Pintura:María José Aguilar

viernes, 6 de julio de 2012

Refugios

.
Una fotografía de mi padre sonriente
mirando con franqueza hacia la cámara.
Yo cesé de escucharle.
El cesó de hablar y de escuchar.
Me dejó una sonrisa,
justo esa de la fotografía.
Me basta así para no ser un huérfano

Joan Margarit
Papá
(hoy se cumplen 30 años, pero estás vivo en mí)

jueves, 5 de julio de 2012

Tengo que hablar....


Tengo que hablar de los muertos,
así que debo bajar la voz.
Algunos están completamente muertos para mí;
otros sobreviven en mis gestos,
en la forma de mi cráneo,
en mi manera de fumar,
de hacer el amor, de alimentarme;
como y bebo ciertas cosas por encargo de ellos.
Son numerosos.
Uno pasa muchos años sintiéndose solo entre la gente
hasta que un día se encuentra con sus muertos,
nota su presencia discreta pero constante.
No alborotan demasiado.
Con la familia de mi madre
tardé en aceptar la convivencia;
un día empecé a oír sus voces al hablar,
a ver sus gestos al saludar o alzar una copa.
La “personalidad”, lo poco que tú mismo te añades,
es una nimiedad en comparación
con la herencia que los muertos te dejan.
Personas que ni siquiera he llegado a conocer
sobreviven en mí:
se ponen nerviosas, escriben novelas,
albergan deseos y luchan contra sus miedos en mí.
Mi rostro es la copia exacta del de mi abuelo materno;
las manos las he heredado de la familia de mi padre;
mi temperamento es el de algún antepasado materno.
En momentos determinados, cuando me molesta algo
o tengo que tomar una decisión repentina,
probablemente pienso, hablo y actúo
igual que habría pensado, hablado y actuado
mi bisabuelo materno en su molino de Moravia
hace setenta años.

Sándor Márai, Confesiones de un burgués
Pintura:Holsoe

miércoles, 4 de julio de 2012

Igual que si nunca


¿Es algo más que el día lo que muere esta tarde?
El viento
¿qué se lleva,
qué aromas arrebata?
Desatadas de golpe, las hojas de los árboles
ciegas van por el cielo.
Pájaros altos cruzan, se adelantan
a la luz que los guía.
Sombría claridad
será ya en otra parte
-por un instante sólo-
madrugada.

Con banderas de humo alguien me advierte:

-Míralo todo bien;
eso que pasa
no volverá jamás
y es ya igual que si nunca hubiese sido

efímera materia de tu vida.

Angel González

Pintura:Mandy Pretty

martes, 3 de julio de 2012

La oscuridad


A menudo la oscuridad
es un pincel para el dolor de tanta luz
y se tiende junto a nosotros
como un animal vivo.





Javier Pérez W.
Pintura:Van Dongen Iris

lunes, 2 de julio de 2012

Ebano


Las horas de la tarde son las más importantes:
bajo el árbol se reúnen los mayores.
Cuando se acaba el día
y todo se sume en la oscuridad,
los congregados interrumpen la reunión
y se van a sus casas.
No se puede debatir a oscuras:
la discusión exige mirar al rostro del hablante;
que se vea si sus palabras
y sus ojos dicen lo mismo.

Ryszard Kapuscinski . Ebano
Pintura:
T. Willis

domingo, 1 de julio de 2012

El niño perdido



Lenta infancia de donde
como de un pasto largo
crece el duro pistilo,
la madera del hombre.

Quién fui? Qué fui? Qué fuimos?

No hay respuesta.Pasamos.
No fuimos.Éramos.Otros pies,
otras manos,otros ojos.
Todo se fue mudando hoja por hoja
en el árbol.Y en ti? Cambió tu piel,
tu pelo, tu memoria.Aquél no fuiste.
Aquél fue un niño que pasó corriendo
detrás de un rio,de una bicicleta,
y con el movimiento
se fue tu vida con aquel minuto.
La falsa identidad siguió tus pasos.
Día a día las horas se amarraron,
pero tú ya no fuiste, vino el otro ,
el otro tú, y el otro hasta que fuiste,
hasta que te sacaste
del propio pasajero,
del tren, de los vagones de la vida,
de la substitución, del caminante.
La máscara del niño fué cambiando,
adelgazó su condicón doliente,
aquietó su cambiante poderío:
el esqueleto se mantuvo firme,
la sonrisa,
el paso, un gesto volador, el eco
de aquel niño desnudo
que salió de un relámpago,
pero fue el crecimiento como un traje!
Era otro el hombre y lo llevó prestado.

Así pasó conmigo.

De silvestre
llegué a ciudad, a gas, a rostros crueles
que midieron mi luz y mi estatura,
llegué a mujeres que en mi se buscaron
como si a mi se me hubieran perdido,
y así fue sucediendo
el hombre impuro,
hijo del hijo puro
hasta que nada fue como había sido,
y de repente apareció en mi rostro
un rostro de extranjero
y era tambien yo mismo:
era yo que crecía,
eras tú que crecías,
era todo,
y cambiamos
y nunca más supimos quienes éramos,
y a veces recordamos
al que vivió en nosotros
y le pedimos algo,tal vez que nos recuerde,
que sepa porlomenos que fuímos él,que hablamos
con su lengua,
pero desde las horas consumidas
aquél nos mira y no nos reconoce.

Neruda
Pintura:Albert Anker
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